LIFTING CERVICOFACIAL
El lifting es un proceso que atenúa los signos más visibles de la edad, al tensar los músculos faciales, eliminando la grasa sobrante y gracias a la redistribución de la piel de cuello y cara. La pérdida de contornos juveniles puede deberse al adelgazamiento de la piel, pérdida de la grasa facial, daño solar, el tabaquismo, por herencia genética y estrés. Se realiza mayoritariamente en pacientes de 40-60 años.
El estiramiento se lleva a cabo en quirófano, ya sea en hospital o clínica. La operación puede suele realizarse bajo anestesia general, o anestesia local y sedación, dependiendo del caso de cada paciente (según se requiera una mayor o menor intervención, según requerimientos del paciente, etc.).
La posición exacta de las incisiones puede variar bastante según la estructura facial y la técnica que se realice. Las incisiones empiezan a nivel de la sien, por lo que pueden ser disimuladas con el pelo, se prolongan por la línea natural que bordea justo delante de las orejas y prosigue detrás del lóbulo de las orejas hasta la parte posterior del cuero cabelludo.
Si fuera necesario intervenir la zona del cuello, se puede realizar una incisión por detrás de la barbilla. Generalmente, se separa la piel del tejido graso y de los músculos subyacentes. La grasa puede ser liposuccionada o extirpada alrededor de la zona del cuello y la barbilla para perfilar el contorno facial. Después, los músculos subyacentes (SMAS) se tensan y, por último, la piel, extirpándose la sobrante.
Una vez realizada la cirugía, durante unos días, se puede colocar un tubo, de tamaño reducido, detrás de las orejas para drenar el líquido acumulado. También suele ser necesario un vendaje ligero.
La intervención dura varias horas, y el ingreso depende del tipo de anestesia empleada, al tratarse de anestesia general en la mayoría de los casos, el paciente deberá permanecer ingresado hasta el día siguiente. Los resultados son duraderos, aunque muchos pacientes pueden repetir el tratamiento a los 5 ó 10 años. Se recomienda mantener la cabeza alta durante unos días para disminuir la inflamación. A los 10 días o 2 semanas podrá volver al trabajo.
Pueden aparecer algunas complicaciones, como lesión nerviosa motora o sensitiva, hematomas, infección, cicatrices antiestéticas y reacciones tras la anestesia. Los riesgos pueden ser minimizados siguiendo cautelosamente las instrucciones dadas por su cirujano plástico, antes y después de la intervención.