OTOPLASTIA O CIRUGÍA DE LAS OREJAS
Es una intervención quirúrgica que se lleva a cabo para conseguir el reposicionamiento de las orejas prominentes o “de soplillo”, de manera que queden más adheridas a la cabeza, o reducir su tamaño. Estas orejas se suelen caracterizar por tener una concha hipertrófica, una falta de pliegue del antihélix o ambas. Las maniobras quirúrgicas van dirigidas a corregir estas anomalías para recrear un pabellón auricular más estético y armónico.
Se realiza generalmente, en niños de entre 4 y 14 años, y en adultos, sin existir ningún riesgo por la edad. La otoplastia dura de 1 a 2 horas.
Generalmente no suele requerir el ingreso del paciente, ya que solo requiere anestesia local y sedación, excepto en niños pequeños, en los que se recomienda utilizar anestesia general.
Durante un mes, el paciente debe dormir con una cinta que mantendrá la forma de su nueva oreja, a los 10 días se le retirarán los puntos. A los 5-7 días se podrá volver a llevar vida normal, volviendo al colegio o al trabajo, siendo cauto con las actividades físicas, logrando una recuperación completa a los 3 meses.
Al tratarse de una intervención quirúrgica, se pueden presentar complicaciones como infecciones, reacciones a la anestesia, asimetrías, recurrencia de la deformidad, etc., aunque estas son infrecuentes y menores. La otoplastia ofrece resultados casi inmediatos, en casos de orejas prominentes; en caso de reconstrucción auricular los resultados aparecerán tras algo más de tiempo.