RINOPLASTIA
La rinoplastia en una intervención en la cual se modifica la forma de la nariz, se aumenta o disminuye su tamaño o se mejora su perfil. Los orificios nasales también se pueden estrechar mediante esta operación, el ángulo entre el labio superior y la nariz puede modificarse, subiendo o bajando la punta. No sólo se realiza con fines estéticos, también corrige algunos problemas congénitos, o derivados de algún traumatismo, dificultades respiratorias nasales, por las que la calidad de vida del paciente puede verse afectada.
El primer paso en una cirugía de la nariz, o rinoplastia, es plantear a su cirujano los motivos por los que se quiere someter a este tratamiento, así como los resultados esperados, intentando ser objetivo en todo momento. En esta visita, su cirujano le aconsejará sobre el procedimiento a seguir para obtener el resultado que mejor se adapte a sus expectativas. Una vez decididas las maniobras a realizar, será el cirujano quien le aconseje sobre la técnica quirúrgica más adecuada (abierta o cerrada).
La rinoplastia se puede realizar desde la pubertad, con anestesia general habitualmente, por lo menos una noche de ingreso suele ser requerida. El proceso es realizado en 2 ó 3 horas, dependiendo de cada caso y de la técnica utilizada. En los primeros días tras la intervención, será normal que el paciente presente las molestias habituales que provoca una cirugía de este tipo: inflamación facial, hemorragias nasales, hematomas, etc… No obstante, no es un procedimiento doloroso y el paciente puede volver a realizar vida normal aproximadamente una semana después de la intervención.
El Dr. Tarragona no utiliza taponamiento nasal en sus rinoplastias (salvo que asocie una septoplastia), lo que aumenta el grado de confort de los pacientes que se someten a esta intervención. Los puntos y la férula nasal se retiran aproximadamente a la semana.
Transcurrido un año se obtienen los resultados definitivos.
RINOPLASTIA ULTRASÓNICA
Durante los últimos años, hemos venido usando el sistema ultrasónico o piezoeléctrico, que no es más que un dispositivo que emite ultrasonidos de alta frecuencia, que produce un corte limpio y preciso sobre el hueso.
Cuando hacemos una rinoplastia ultrasónica, conseguimos una precisión en el tratamiento del hueso mucho mayor, así como un descenso en la aparición de hematomas, ya que este sistema sólo actúa sobre el hueso y no lesiona los tejidos blandos (vasos sanguíneos, músculos, piel, mucosa…).
La recuperación con esta técnica es mucho más rápida y no es necesario el uso de taponamiento después de la cirugía.